Acusan que la empresa constructora no respetó los acuerdos del contrato y el Gobierno ha reprimido sus manifestaciones pacíficas
Chihuahua, Chihuahua (Agencia Reforma).- Integrantes de comunidades de la Sierra Tarahumara protestaron este día en Palacio de Gobierno de Chihuahua para exigir una justa indemnización por el daño ambiental originado por la construcción del gasoducto El Encino-Topolobampo.
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La Unión Campesina Democrática (UCD) denunció que la empresa TransCanada, que realiza el proyecto, no respetó el contrato y extendió la obra, y acusó que el Gobierno del Estado ha reprimido manifestaciones pacíficas.
Los inconformes, quienes se apostaron con plantas de maíz, demandaron que autoridades federales revisen los contratos que se firmaron con la empresa porque, afirmaron, han violentado el acuerdo.
Una de sus peticiones es que sean acreedores a una nueva indemnización por considerar que las cantidades entregadas fueron injustas.
Al Gobernador Javier Corral Jurado le exigieron una aclaración sobre las acciones de represión que, dijeron, ha ordenado en contra de varias comunidades, que se han quejado de lo que consideran arbitrariedades de la compañía en la zona serrana.
"Las autoridades estatales han ignorado la exigencia de varias comunidades indígenas, a quienes les afectó la construcción del gasoducto, donde la empresa usó más área de la que se había firmado en el contrato, además de dañar flora de la Sierra Tarahumara en el Municipio de Bocoyna", indicó la UCD en un comunicado.
El contrato que firmó la empresa, agregó, permite el uso de ese terreno por 30 años, por lo que se presume que las autoridades de las comunidades y ejidos fueron corrompidas por la empresa, para que los contratos fuera a modo, así como las indemnizaciones que otorgaron de 9 mil pesos por persona y que, sin embargo, en otras comunidades entregaron hasta 150 mil pesos por habitante.
"Esto demuestra que fue muy disparejo el criterio de indemnización, se convino en contratar, utilizar una distancia de 10 metros hasta 15, pero encontramos que la obra se extendió hasta 60 metros, por lo que se extendió a la comunidad, por eso exigimos una renegociación y aumentar las indemnizaciones a los indígenas", comentó en tanto Jesús Emiliano García, integrante de la Unión Campesina Democrática.
Recordó que en agosto los integrantes de las comunidades fueron reprimidos durante una protesta contra el gasoducto, incluso torturados y amenazados.
Al respecto, el 14 de agosto la Comisión Estatal de Estatal de Seguridad informó que respetando las diferentes manifestaciones sociales actuó en apego a derecho durante la liberación de las instalaciones del gasoducto ubicado en la localidad conocida como La Laguna, Municipio de Bocoyna.
Afirmó que, en aquella ocasión, efectivos de la CES completamente desarmados y en compañía de visitadores de Derechos Humanos y personal de Gobernación se dirigieron al poblado La Laguna, en donde aproximadamente 40 ejidatarios impedían el acceso del personal que labora par la empresa encargada de la instalación del gasoducto.
"Después de que en diversas ocasiones se les solicitó a los manifestantes permitieran el libre acceso al lugar y estos se negaran, se procedió a liberar el lugar, actuando conforme al protocolo y en total apego a derecho", aseguró la CES.
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En tanto, García agregó que las comunidades han comenzado a exigir la revisión de contratos y de reindemnización vía tribunales agrarios, así como con el respaldo de los diputados de Morena en el Congreso del Estado y el Congreso de la Unión, así como otras organizaciones.
De acuerdo con la página de TransCanada, en 2012 inició un proyecto para la construcción, operación y mantenimiento del sistema de transporte de gas natural en la región noroeste de México, para conectar el gas natural proveniente de Estados Unidos con centros de demanda estratégica a lo largo de la costa del Pacífico mexicano. Este ducto comenzó a operar a mediados de 2018.
El sistema conecta a los estados de Chihuahua y Sinaloa cruzando la Sierra Tarahumara.
El Encino - Mazatlán se compone por dos segmentos, el primero es El Encino-Topolobampo.
"Es uno de los proyectos más ambiciosos y retadores en cuanto a la historia de la construcción de este tipo de infraestructura en México, debido a los grandes desafíos geográficos que implicó cruzar la Sierra Tarahumara. Esto requirió el uso de técnicas innovadoras y tecnología de vanguardia", indicó la compañía en su sitio web.
Dio a conocer que la inversión fue de mil 100 millones de dólares y cuenta con una longitud de 560 kilómetros, un diámetro de 30 pulgadas y una capacidad de 670 millones de pies cúbicos diarios.
El segundo segmento, El Oro -Mazatlán suministrará de gas natural a la central eléctrica ubicada en Mazatlán, cuya inversión fue de 393 millones de dólares, con una longitud de 430 kilómetros, un diámetro de 24 pulgadas y una capacidad de 202 millones de pies cúbicos diarios.
"El sistema El Encino-Mazatlán es considerado como un importante detonante de desarrollo industrial, económico y social del Estado de Sinaloa, dado que proveerá acceso al gas natural a las empresas y poblaciones en el Estado", indicó TransCanada.
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