La reciente lluvia del 12 de agosto en la Zona Centro del estado es la más copiosa para un mes de agosto en los últimos 50 años, superando la media histórica por precipitación pluvial que en años pasados había provocado el desbordamiento general del río Sabinal y sus arroyos tributarios.

Al respecto, información cruzada del meteorólogo Javier Sánchez y del ingeniero Fernando Sánchez, expertos en la materia y consultados como fuente de información, detalla que la reciente lluvia del 12 de agosto fue de 111 milímetros cúbicos en unos 40 minutos, una medida en cantidad y temporalidad por encima de las sentidas durante décadas y además una medida sobre la cual ningún suelo tiene capacidad de absorción en el mundo.
Es decir, cualquier ciudad, en cualquier lugar en le mundo, habría sufrido anegaciones, pues la cantidad de agua que cayó en 40 minutos, puede compararse con la que podría haber caído en tres meses.
Para tener valores de medida podemos explicar que un milímetro de agua equivale a un litro por metro cuadrado. El pasado 12 de agosto en Tuxtla Gutiérrez cayeron 111 litros por metro cuadrado en menos de una hora.
De acuerdo con normativas dimensionales, se considera que las lluvias torrenciales son las que superan los 60 milímetros; la precipitación reciente fue más que torrencial. No hay drenaje pluvial que la contenga y a eso se deben las inundaciones.
De la medida de estas precipitaciones se tienen reportes en Tapachula y Huixtla, municipios en los que las aguas arrastran autos, pero la inclinación del terreno lleva las aguas a las afueras de la ciudad, a los ríos y al mar.
En el Distrito Federal existe un drenaje de varios metros de diámetro, pero si cae una tromba de 70 milímetros de precipitación, no hay drenaje que la desfogue. Así sucede en Guadalajara o en Mazatlán, ciudad que se encuentra junto al mar, donde la más reciente precipitación de 111 milímetros fue en 2012 y el agua subió, por ejemplo en el fraccionamiento El Cid, más de dos metros.
El cálculo de la capacidad de desfogue exigiría un drenaje de tres metros de diámetro en todos los rumbos de la ciudad, lo cual es práctica y económicamente imposible. Además, sería indispensable que nadie, exactamente nadie, tirara basura en la calle.
La reciente lluvia habría provocado desbordamientos parciales del río Sabinal en la sección poniente de la ciudad y en al menos dos arroyos tributarios al mismo, además de anegaciones en vialidades y afectaciones en las zonas identificadas como subcuencas históricas que recién se están atendiendo desde hace 27 años de abandono.
Incluso, en la zona donde se anegaron centros comerciales, aún no ha llegado la atención con obra pública estatal, por lo que las lluvias evidencian la necesidad de más y mejores obras de infraestructura pluvial y no errores en su planificación, como ha ocurrido en algunos sectores faltos de conocimiento técnico.
Vía Cuarto Poder...
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