La decisiĂ³n del presidente de EU, Donald Trump, de separar a las familias migrantes en la frontera sur ha situado al mandatario en uno de los momentos mĂ¡s complicados de su gobierno.
WASHINGTON.
La polĂtica migratoria de Donald Trump y su decisiĂ³n de abandonar el consejo de Derechos Humanos de la ONU han provocado un rechazo prĂ¡cticamente unĂ¡nime dentro y fuera de Estados Unidos y han situado al mandatario en uno de los momentos mĂ¡s complicados desde su llegada a la Casa Blanca, hace año y medio.
Las imĂ¡genes de los niños solos y encerrados en recintos, en algunos casos divididos a modo de jaulas, han generado un repudio sin precedentes a la decisiĂ³n de Trump de separar a los hijos de los padres de inmigrantes indocumentados en la frontera sur, ademĂ¡s de provocar una fuerte indignaciĂ³n en la opiniĂ³n pĂºblica mundial.
Las mayores crĂticas al Gobierno, que reconociĂ³ la semana pasada haber separado de sus padres a 2 mil menores de edad que cruzaron de forma irregular la frontera entre el 19 de abril y el 31 de mayo, proceden de la oposiciĂ³n demĂ³crata y grupos de defensa de derechos humanos, pero tambiĂ©n de dirigentes republicanos y paĂses vecinos.
Los Ăºltimos en rebelarse han sido varios gobernadores, que han cancelado su aportaciĂ³n a la militarizaciĂ³n de la frontera con MĂ©xico ordenada por Trump.
Aunque la mayorĂa son demĂ³cratas, como los de Carolina del Norte, Connecticut, Delaware, Pensilvania, Nueva York o Rhode Island, tambiĂ©n hay republicanos, como los de Massachusetts, Maryland, Nebraska o Florida, Rick Scott.
Este Ăºltimo instĂ³ a Trump a "detener" la separaciĂ³n y pidiĂ³ informaciĂ³n sobre la reapertura de un albergue para estos menores en Homestead, al sur de Miami y donde ayer se impidiĂ³ la entrada al senador Bill Nelson.
Mientras, el estado de Nueva York anunciĂ³ que demandarĂ¡ al Gobierno federal por violar los derechos constitucionales de padres e hijos separados en la frontera, de los cuales mĂ¡s de 70 han sido trasladados a la Gran Manzana desde abril pasado.
Los niños estĂ¡n siendo usados bĂ¡sicamente como moneda de cambio ante el Congreso para obtener lo que la administraciĂ³n quiere", dijo el gobernador del estado, Andrew Cuomo, a la prensa.
TambiĂ©n han sido muy crĂticos destacados dirigentes republicanos, como su lĂder en el Senado, Mitch McConnell.
Yo y todos los miembros de la conferencia republicana apoyamos un plan que mantenga unidas a las familias mientras se determina su estatus migratorio", señalĂ³ McConnell, que espera un rĂ¡pido acuerdo con los senadores demĂ³cratas sobre una ley que ponga fin a estas rupturas familiares.
Horas antes, Trump habĂa reafirmado su apoyo a la polĂtica de 'tolerancia cero' y asegurado que los culpables son los demĂ³cratas, que pretenden que la inmigraciĂ³n ilegal "infeste" el paĂs.
El Gobierno ha admitido que la separaciĂ³n de los niños de sus familias en la frontera tiene como fin disuadir la inmigraciĂ³n ilegal, una tĂ¡ctica que ya habĂa adelantado hace un año el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, que podrĂa adoptar.
La UniĂ³n Estadunidense de Libertades Civiles (ACLU) reclamĂ³ por su parte que si el Gobierno continĂºa con las medidas, asegure al menos la reagrupaciĂ³n de las familias separadas.
El pasado fin de semana, el Gobierno permitiĂ³ el acceso de periodistas al centro de detenciĂ³n de Casa Padre en Bronwsville (Texas), donde comprobaron cĂ³mo los niños conviven en un antiguo almacĂ©n con habitaciones sin puertas ni techos.
En el extranjero, las mayores crĂticas proceden de los paĂses de origen de los inmigrantes, como MĂ©xico, El Salvador o Guatemala, cuyo presidente, Jimmy Morales, asegurĂ³ hoy que la "grandeza y nobleza" de Estados Unidos estĂ¡n en juego con una polĂtica que ha separado a 2 mil niños, de los cuales 465 son guatemaltecos.
Crece repudio mundial a Trump por separar a familias migrantes
TambiĂ©n MĂ©xico plantĂ³ cara a Trump al calificar de "inhumana y cruel" las medidas, mientras Honduras pidiĂ³ un cambio ante lo que calificĂ³ de situaciĂ³n "alarmante" y dijo que contra quien hay que luchar es contra los "traficantes y tratantes de personas".
En medio de toda esta polĂ©mica, Estados Unidos anunciĂ³ anoche su retirada del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, una decisiĂ³n "decepcionante, pero no sorprendente" para la ONU.
En una rueda de prensa sin preguntas en Washington, la embajadora ante la ONU, Nikki Haley, justificĂ³ la decisiĂ³n por las posturas de paĂses como China, Venezuela, Cuba o la RepĂºblica DemocrĂ¡tica del Congo, que, a su juicio, "no respetan" los derechos humanos.
Esta retirada es el Ăºltimo rechazo de Estados Unidos a sus compromisos multilaterales tras abandonar la Unesco, el Acuerdo climĂ¡tico de ParĂs y el pacto nuclear con IrĂ¡n, y aleja cada vez mĂ¡s al paĂs mĂ¡s industrializado del mundo del consenso internacional.
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