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La arquidiócesis de Durango dio a conocer que se trabajara conjuntamente con las autoridades judiciales para esclarecer este hecho y a la par abrió una investigación interna.
El sacerdote fue denunciado por los padres de la menor, quien narró que el pasado 14 de junio de este año acudió a confesarse a la iglesia de la cabecera municipal de Súchil, porque realizaría su primera comunión, junto a varios menores.
El sacerdote señalado decidió que pasarían uno por uno a su oficina para contarle sus pecados y de acuerdo a la menor una vez que entró a la oficina del sacerdote, éste la acercó hacia él tomándola por la cintura y posteriormente, la comenzó a tocar inapropiadamente. Cuando la dejó ir, la despidió dándole un beso en la mejilla.
Al salir de su "confesión", la niña narró a su mamá lo sucedido, quien en una primera instancia buscó la asesoría de Fabiola Ibarra, titular del Instituto de la Mujer en Súchil, quien acompañó a la familia a proceder legalmente contra el presbítero.
El 15 de junio se presentó la denuncia penal y los padres de la niña se trasladaron, en la Ciudad de México, al Centro de Justicia para las Mujeres en donde le practicaron algunos estudios y pruebas psicológicas a la niña.
Ramón Guzmán Benavente, Fiscal de Durango, reconoció que tras la denuncia se emitió la orden de aprensión contra el sacerdote señalado, quien desde que supo que se le denunció huyó de Súchil, por lo que hoy es considerado prófugo.
La oficina de prensa de la arquidiócesis de Durango emitió un comunicado donde señalan que cooperaría totalmente ante las instancias correspondientes para para el esclarecimiento del caso.
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