Pero la agraviada corrigió a tiempo el error. Persiguió a la facinerosa y la atrapó.
El negocio de jugos y tortas denominado Cherrys, ubicado sobre la Avenida Central, entre calle Central y 1ª Oriente de la capital chiapaneca goza de buena afluencia. Y la muchacha llegó de forma oportuna.
Le dieron indicaciones de lo que haría. Parecía hábil. Sus manos se movían naturales, seguras, certeras. Las tortas, quesadillas y jugos se veían bien.
En el negocio el lema es “Naturalmente… natural”. La mujer actuaba natural. Que buscara el trabajo era natural.
Luego de unas pocas horas de trabajo, la recién llegada pidió permiso para ir por un mandado. La encargada, que hasta ese momento había confiado en la empleada, vio muy sospechoso este actuar.
Al buscar su teléfono celular y su dinero, vio que no estaba. Así que discretamente siguió a la mujer.
La vio entrar a una cantina denominada Los Turulos. Ahí vendió el artefacto. Cuando la mujer salía con el dinero, fue atrapada. La agraviada pidió apoyo al 911. Llegó la policía. Y la falsa empleada confesó su delito.
La encargada no quiso proceder legalmente. Se conformó con recuperar su dinero y su celular. Con la lección aprendida. De hoy en adelante pedirá cartas de recomendación y referencias a los empleados.
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