Hispanos celebraron el lunes la visita del precandidato republicano Ted Cruz a uno de los condados más conservadores del país, durante una parada de campaña en la que el calificativo "Presidente Cruz" fue ovacionado y abucheado a la misma vez.
"Fue motivador. Me dio esperanzas porque estaba perdiendo las esperanzas en Estados Unidos. Me siento inspirada", dijo la mexicano-estadounidese Rita Chávez, voluntaria de la campaña de Cruz que asistió al mitin con uno de sus dos hijos adolescentes.
Cruz habló durante una media hora ante más de 1.000 personas en un hotel ubicado en Irvine, ciudad del condado de Orange, uno de los más conservadores del país. California, agregó, será crucial en esta contienda reñida.
"Este es el lugar donde comenzó la revolución de (Ronald) Reagan y, déjenme decirles, una nueva revolución se está gestando y, al igual que en 1980, el voto de California será decisivo. California va a abrir el camino", dijo Cruz.
Poco después de este comentario, una persona gritó "Presidente Cruz", lo cual fue seguido por breves gritos de celebración y abucheos.
Una de las hispanas que celebró la herencia cubana de Cruz, senador republicano por Texas, fue la mexicana Carmen Goff, quien dijo que una de las razones por la que lo apoya es porque habla su mismo idioma.
"El nos puede escuchar en nuestro propio idioma", dijo la maestra preescolar retirada.
Aunque no está de acuerdo con sus propuestas migratorias, Goff dijo que Cruz puede cambiar una vez que escuche a más hispanos.
"Necesita entender mejor a la gente que ha estado aquí por mucho tiempo pero él nos puede escuchar porque habla nuestro idioma. Esta es una oportunidad que tenemos para contar nuestras historias. Tenemos que apoyarlo (primero) y luego decirle que también tiene que ser nuestro presidente", puntualizó.
Cruz se opone a una reforma migratoria y ha dicho que anularía las órdenes ejecutivas que el presidente Barack Obama emitió para beneficiar a jóvenes que fueron traídos al país de niños de manera ilegal.
"Vamos a detener la amnistía y resguardar las fronteras y poner fin a las ciudades santuario", recalcó Cruz.
Al igual que Cruz, la mexicoestadounidense Christine Flynn dijo que no apoya la inmigración ilegal.
"Todos venimos aquí por un mejor futuro", dijo la oficinista retirada de 59 años. "La gente que ha venido legalmente quiere cumplir con la ley".
Flynn dijo que conocía a muchos otros hispanos que apoyaban a Cruz. De hecho, agregó, llegó al hotel en cuatro autos, con varios amigos de varias partes del sur de California.
Lo mismo dijo, Chávez, quien destacó que muchos de sus familiares y miembros de su iglesia independiente, Calvary Chapel, apoyan a Cruz.
"Lo más importante para mi son los valores cristianos. El va a luchar por valores cristianos", agregó.
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