Ocosingo, Chiapas.- En un acto verdaderamente repudiable en contra de la libre expresión, la Policía Municipal de Ocosingo, actuó deliberadamente de manera represiva, encarcelando al representante de El Heraldo de Chiapas, con el argumento de insultos a la autoridad, cuando este, únicamente ejercía su derecho al acceso a la información, para poder difundir a la ciudadanía sobre un voraz incendio, donde las llamas se detonaron las municiones de la Policía Estatal Preventiva (PEP).
De esta manera, uno de los primeros en llegar al lugar de los hechos, fue el compañero Ricardo Cortes, representante del rotativo ya mencionado, y solicitó acceso al lugar donde se podía observar, las llamas ya habían sido sofocadas, y que estaba a una distancia de más de doscientos metros del primer acordonamiento.
Y es que, como siempre, algunos mandos de la Policía Local, niegan tajantemente el acceso de los medios, cuando en lo “oscurito” ellos toman videos y fotografías, mismas que distribuyen con medios a cambio de alguna propina, o la suben a perfiles anónimos de Facebook, donde resaltan un simulado “Gran Trabajo de esta Corporación”, aunque en las calles, su actuar es otra historia.
Con palabras ofensivas, tres elementos de esta corporación, trataron de persuadir a este comunicador para que se retirara, pero al no tener argumentos sólidos, optaron por detenerlo y trasladarlo en una patrulla a la comandancia y base de esta corporación; Ahí, le quitaron la playera, los zapatos y todas sus pertenencias, tanto efectivo, como su equipo móvil de comunicación, y debido a este, se negó a quitarse los pantalones, no pudieron desnudarlo.
Asimismo, este acto violó las principales garantías individuales de este reportero, y evidencia, la falta de capacitación de los elementos policiacos, ya que, sus derechos se les fueron leídos cuando este, ya se encontraba casi desnudo; A consecuencia de la presión que realizaron distintos medios de comunicación a las afueras de dicho edificio, fue liberado, sin que el mando de la Policía, Alfredo Molina, diera la cara en dicho asunto, pues –argumentaron- el inspector se encontraba en una reunión en la capital del estado.
Por otra parte, José Galmich y Mario Nájera, semanario del Sur y Corresponsal de esta medio, fueron presa de amenazas de ser sacados de un abarrote en las inmediaciones de este lugar, donde se encontraban observando las fumarolas de humo negro, provocadas por las llamas sofocadas.
Finalmente, la Asociación Regional de Periodistas y Comunicadores de la Selva (ARPECS), de la cual es integrante dicho comunicador, hace un enérgico llamado a la Secretaria de Seguridad Pública del Estado, al Secretario General de Gobierno, y al Congreso del Estado, tomar cartas en el asunto, pues, todo parecer que, en este municipio los principales enemigos de la libre expresión es el mando único y varios de sus comandantes, que hacen lo que quieren dentro de esta corporación.
Vía: Mario Nájera
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