La Fragua del Cerrillo, el taller artesanal de hierro forjado de Don Abelardo Cruz Núñez, se resiste a que desaparezca la tradición de elaborar con este metal diversos objetos decorativos y utilitarios, desde la época colonial en el siglo XVI.
Expuso que el oficio de hierro forjado fue introducido por los españoles en el Valle de Jovel, hoy San Cristóbal, por lo que llegaron a existir más de 60 maestros del hierro, cuando se formó la ciudad, por lo que pasó a ser el principal oficio del barrio El Cerrillo, durante la época colonial.
Cruz Núñez, comentó que aquí se fabricaban herramientas de campo, herrajes de caballo, herrerías para puertas y ventanas, escopetas y las cruces de hierro que se todavía se pueden apreciar en la parte más alta de algunas casonas de teja, madera y adobe.
Explicó que en el arte y diseño en hierro forjado, es imprescindible contar con la fragua, que es similar a un fogón, donde se coloca el carbón de ocote para calentar el metal, que después al rojo vivo se coloca en el yunque y apunta de martillazos se va dando forma a la figura que se quiera diseñar.
Mencionó que todo se hace a mano, pero con lentes de protección para evitar que alguna chispa de fuego llegue a los ojos y el repujado va agarrando forma y diseño artístico.
El artesano del hierro forjado anotó que entre los instrumentos de campo que aún se fabrican, se encuentran el azadón, las barretas, las hachuelas, la coa, el puyón, para la siembra de la milpa y los lukes, para el chaporreo y cortar el retoño de las plantas.
Aseveró que los campesinos indígenas de los municipios de los Altos de Chiapas, todavía buscan estos objetos para labrar la tierra, porque saben que tienen más calidad que los productos comerciales, pero es poca la demanda.
En lo que respecta a la herrería de puertas y ventanas, lo que más buscan los dueños de casonas antiguas, son los pasadores, chapas, chapetones, llamadores, candados, balcones, rejas, faroles y también los candelabros, sin faltar las cruces de hierro.
Indicó que la diferencia con los herreros, es que ellos utilizan la segueta y la soldadura con luz eléctrica, mientras que los artesanos del hierro, cortan con cinceles, forjan al fuego y apunta de martillazos.
Don Abelardo Cruz Núñez, el único artesano del hierro en el barrio El Cerrillo, siguió los pasos de la herrería y la forja, siendo un adolescente de su maestro José García Hernández, de quien aprendió el oficio de arte y diseño en hierro forjado.
Vía Es! Diario Popular...
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