El gobierno de México no debe adoptar la misma actitud del gobierno estadounidense de blindar sus fronteras a la caravana de migrantes centroamericanos que buscan refugio y oportunidades en los Estados Unidos y en México, advirtió el arzobispo de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, Fabio Martínez Castilla.
Luego de la homilía dominical, el prelado católico expuso que el fenómeno migratorio es una trágica consecuencia de una diferencia globalizada del sufrimiento humano.
“En el caso de los migrantes hondureños que han ingresado a territorio mexicano, más que de una caravana se puede hablar de un verdadero éxodo de cientos de familias que huyen de condiciones de vida insostenibles en sus lugares de origen”, precisó.
“Nadie abandona su casa, su tierra y su patrimonio por gusto, quien lo hace emigra con la esperanza de encontrar nuevas y mejores oportunidades de vida”, afirmó.
Refirió que el papa Francisco ha calificado la migración forzada como una tragedia humana y ha pedido reflexionar en los verbos “acoger, proteger, promover e integrar” para analizar las posibles vías de acción ante esta compleja realidad que viven los migrantes que pasan por Chiapas.
Por todo esto, lanzó un llamado a la autoridad estatal y federal a responder ante esta emergencia de manera humanitaria y digna.
Dijo que “nuestro gobierno y cuerpos de seguridad procuren salvaguardar los derechos humanos de los migrantes y eviten usar la violencia en contra de ellos”.
Mencionó que es tarea también de las autoridades vigilar que no se fomente la xenofobia así como los calificativos despectivos y degradantes hacia los migrantes.
“Suplicamos a las autoridades mexicanas, cuyas funciones aún continúan vigentes, revisar con corazón humano las políticas migratorias, así como no olvidarse de atender las necesidades de los propios chiapanecos, entre ellos los más vulnerables”, concluyó.
Ayuda
Sobre la situación, la Iglesia Católica hizo un llamado a las autoridades federales, estatales y municipales a respetar y proteger a los integrantes de la caravana de migrantes que ingresaron a México por el río Suchiate y que buscan llegar a los Estados Unidos.
El obispo de la Diócesis de Tapachula, Jaime Calderón Calderón, en un mensaje les pide en forma muy especial “poner la mirada y atención en los niños, mujeres y adultos mayores, evitando cometer cualquier tipo de atropello que desdiga nuestra calidad humana y nuestra identidad cristiana”.
“La caravana de migrantes hondureños reclama humanidad”, insistió al tiempo de señalar que es una gran cantidad de personas las que han abandonado su país y emprendido el largo camino hacia los Estados Unidos, por lo que pidió ayudarlos y evitar posturas de rechazo hacia ellos.
Recordó que la Diócesis es la puerta de entrada al país y “la presencia de los hermanos en la caravana es una oportunidad que Dios nos da para mirar en cada hermano migrante el rostro de Cristo sufriente. Tengamos presente que esta no es la vida eterna y, por tanto, todos somos migrantes en esta tierra y vamos de paso a la casa del Padre”.
Asimismo, convocó a evitar compartir información falsa o alarmante que entorpezca cualquier buena acción en favor de la caravana, pero insistió que “es labor del gobierno garantizar los derechos humanos fundamentales y hacer cumplir la ley en México en materia de migración”.
Agradeció a quienes se han sumado a la labor humanitaria de ayuda a los migrantes para “hacer menos pesada la cruz de estos hermanos nuestros que, de camino atravesarán nuestro territorio diocesano por toda la Costa de Chiapas”.
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