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jueves, 1 de marzo de 2018

UNAM y PGJ chocan por dealer de CU; averiguación por disparos

El rector Enrique Graue dio el número de la carpeta levantada contra El Barbas por detonar una pistola, pero la Procuraduría capitalina no reconoce ese folio.

UNAM y PGJ chocan por dealer de CU; averiguación por disparos
El rector Enrique Graue dio el número de la carpeta levantada contra El Barbas por detonar una pistola, pero la Procuraduría capitalina no reconoce ese folio 
01/03/2018 06:59  REDACCIÓN
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CIUDAD DE MÉXICO.

El rector de la UNAM, Enrique Graue, afirmó que la institución sí interpuso una denuncia contra Francisco Axel Gallo, El Barbas, narcomenudista que el 29 de enero detonó una pistola dentro de Ciudad Universitaria y huyó.

En entrevista con Pascal Beltrán del Río para Imagen Radio, dio el número de la carpeta supuestamente abierta: CU/FACCION2-TC/D, presentada “en la agencia del Ministerio que está cerca de la Universidad”.

En tanto, para la Procuraduría de la CDMX, la UNAM no interpuso denuncia alguna contra El Barbas, pues fue la propia dependencia local la que inició de oficio la carpeta CI-FAAE/CU/ UI-3/0027/01-2018.

Señaló que el folio dado por el rector Graue no corresponde con el de una investigación iniciada en esa dependencia.

UNAM sí denunció a El Barbas: Graue

En entrevista, el rector aseguró que levantaron la queja por los disparos del 29 de enero en el Ministerio Público que está adentro del campus.

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue, conversó ayer en Imagen Informativa Primera Emisión con Pascal Beltrán del Río sobre los recientes acontecimientos en Ciudad Universitaria en materia de inseguridad, compra-venta de drogas y acerca de la autonomía de la Máxima Casa de Estudios.

Graue abundó sobre los riesgos que tiene el consumo de drogas entre los estudiantes, en especial en su vida académica. Explicó el objetivo de la campaña que iniciaron para evitar que los alumnos tengan contacto con narcomenudistas. Además, respondió que tras los disparos que se registraron en las canchas de frontón el 29 de enero pasado, la universidad sí presentó una denuncia.

La autonomía de la Universidad es fundamental para los universitarios, es un valor, pero también lo es la seguridad en el campus, que se pueda acudir a enseñar, a estudiar o a visitar en condiciones de seguridad. ¿Cuál es la alternativa, de qué manera se puede combatir este fenómeno, tratar de desterrarlo y dejar intacta la autonomía universitaria?

Yo no me he enfocado en la autonomía como un pretexto para que no entre la policía. No he solicitado el ingreso de la policía por otra razón: es una comunidad que tiene 186 mil gentes todos los días trabajando, entre trabajadores, profesores y alumnos. El ingreso de fuerzas armadas para enfrentarse a grupos armados representa un riesgo mucho mayor de lo que representa actualmente como estamos. La posibilidad de que hubiera una balacera y que hubiera heridos o lastimados entre gente inocente sí sería mucho más grave de lo que estamos viviendo. Lo que hemos hecho es identificar a los individuos y proporcionar pruebas suficientes para que las fuerzas de seguridad, que tienen la responsabilidad de detener a los delincuentes, lo hagan fuera de los territorios universitarios, pero no por un problema de extraterritorialidad o de la autonomía, sino por un problema de seguridad de la comunidad.

Cada vez que alguien habla de controlar el acceso a Ciudad Universitaria hay una gran discusión, hay voces en contra. ¿No sería tiempo de pensar en eso, rector?

Son 186 mil gentes todos los días y 720 hectáreas a la mitad de la Ciudad de México; es muy difícil poder controlar el ingreso al campus de Ciudad Universitaria. Se hace en otros casos, por supuesto, pero la distribución geográfica de CU y del sur de la Ciudad de México no facilita que se pueda hacer.

¿Qué dice el marco legal interno respecto del consumo de drogas, es decir, un estudiante, un profesor, un trabajador, un visitante incurre en una falta cuando consumen drogas en el espacio universitario?

Considere: incurre en faltas y se levantan las actas correspondientes. Esto corresponde a los directores de las distintas entidades académicas, levantar y eventualmente sancionar. Se hace periódicamente, por supuesto.

¿Ha habido estudiantes o profesores suspendidos, no sé si expulsados por consumir droga?

Habitualmente no son expulsados, pero sí suspendidos.

La UNAM ha emprendido una campaña en medios a través de la Gaceta Universitaria, a través de un mensaje que ya ha sido ampliamente discutido en la pantalla monumental del estadio. ¿Cuál es la visión del rector, de la rectoría, de la institución sobre el consumo de drogas, qué mensaje quiere enviar a la comunidad?

Primero hay que entender que este es un problema nacional, que afecta particularmente a las instituciones de educación superior por las características mismas de la juventud que en ella se ve involucrada. Sí se requiere una estrategia nacional para protegernos más de los vendedores de estas sustancias ilícitas. Para empezar esto se corresponde a lo cuerpos de seguridad y a las instituciones: mantener estrecho contacto con ello y en ello seguimos trabajando.

Una integralidad de todo lo que representa el problema de narcomenudeo y de consumo de alcohol. En ello va primero tener conciencia de que son sustancias que dañan su rendimiento académico y esto está plenamente demostrado, y que en los campus universitarios y escolares deben evitarse a toda costa estas sustancias. Segundo, estamos por abrir una clínica de adicciones; de hecho ya está atendiendo a jóvenes adictos y lo haremos dentro del campus universitario. Tanto la Facultad de Psicología como la Facultad de Medicina están creando los mecanismos suficientes para poderlos tratar y rehabilitar a estos jóvenes.

Hacer consciente a la comunidad –y esto es de lo que se trata la campaña a la que hace mención– del riesgo que representa el contacto con ellos. Porque obviamente todo esto sucede porque se compran sustancias y hay que hacerles entender que el narcomenudeo en nuestras instalaciones representa un riesgo para la comunidad en su integralidad.

¿Es un problema el consumo de drogas, usted ya lo ubicaría como un problema entre la comunidad de Ciudad Universitaria en particular?

Es uno de los problemas a atender, por supuesto, junto con otros. La depresión también de los jóvenes es importante. Es un país que vive hoy en día un ánimo de desesperanza en general y esto repercute en las vidas de los jóvenes. La depresión es otro problema muy importante que va estrechamente vinculado también con el narcomenudeo y el otro problema social al que distintas familias se ven sujetos.

¿Usted qué le diría a quienes dicen: ‘bueno pues es que son jóvenes, son estudiantes, es la etapa de la experimentación y por eso las drogas’. Usted como rector qué le diría a quienes afirman esto?

De ahí la vulnerabilidad de la juventud, por supuesto. Hay que vivir un mundo con esperanzas, con un ánimo de superación con el espíritu de poder llegar –por eso ingresaron a la Universidad– a tener mejores posiciones en la sociedad y a transformar el país. Creo que este es el valor universitario, que también tenemos una campaña de valores para que se puedan entender y se puedan proyectar hacia el futuro mejor.

Volviendo al tema de la vigilancia: si los 700 elementos que, entiendo, hay de vigilancia (poquito menos) en Ciudad Universitaria no son suficientes, ¿entonces sí se requiere algún tipo de ayuda externa, usted en qué términos la pediría?

Que se haga fuera de las instalaciones de la Universidad. Y hoy hay una nota por cierto: nosotros sí levantamos las actas correspondientes cuando se nos denuncia. La oficina de la Abogada General tiene instrucciones de hacerlo en forma inmediata para que las instancias de procuración de justicia actúen, en el caso de los Ministerios Públicos. Pero cuando detectamos a alguien cometiendo un ilícito, directamente con las autoridades federales que circundan a la Ciudad Universitaria les pedimos actúen para que puedan detener a los delincuentes.

Me imagino que la nota a la que usted se refiere es que una de las personas que murió en esta balacera el viernes pasado ya había disparado un arma en Ciudad Universitaria el 29 de enero. Me estoy refiriendo al personaje apodado El Barbas, Francisco Axel Gallo. ¿Hubo o no hubo denuncia contra esta persona cuando disparó el arma cuando disparó el arma el 29 de enero, rector?

Tengo aquí el dato: la carpeta de investigación abierta es CU/FACCION2-TC/D del 29 de enero, presentada en la agencia del Ministerio que está cerca de la Universidad.

¿Entonces sí se le denunció?

Sí, claro.

Por último, quisiera preguntarle una situación que no está directamente relacionada con los hechos del viernes pasado, pero finalmente sí hay un tema de impunidad en lo que tiene que ver la ocupación del auditorio Justo Sierra desde hace muchos años, prácticamente desde inicio de siglo. Hay versiones de que en este lugar se compran y se consumen drogas. ¿Qué opina usted al respecto, qué va a hacer la autoridad respecto a la ocupación ilegal del Justo Sierra.

Tiene 18 años ocupado, sí es un tema que lacera la dignidad de la Universidad. Para empezar, es una problemática diferente y también tiene puntos de contacto con el narcomenudeo, pero los ocupantes habitualmente son jóvenes anarquistas, cuando menos en el pasado y lo han estado diciendo en el momento. Hemos, primero, intentado tener todo tipo de contacto con ellos y en eso seguimos. Hay la instrucción del Consejo Universitario de que insista en ello y lo haga yo de tal forma de que no exista o evite la violencia en la medida de lo posible. En eso estamos.

¿Requiere la Universidad de apoyo externo para liberar esta instalación?

Eventualmente sí.

¿La pedirá entonces?

Si eso llegáramos eventualmente sí; en su caso sí.

LA INSEGURIDAD VIAJA EN EL PUMABÚS DENTRO DE CU
El transporte escolar de la Universidad Nacional Autónoma de México también enfrenta problemas de inseguridad, de acuerdo con estudiantes y conductores del Pumabús, el robo y acoso sexual son ilícitos frecuentes.

En un recorrido realizado por Excélsior por el campus, Lorena, conductora de la unidad 19 del Pumabús, señaló que las líneas 1 y 5 son las más demandadas por la comunidad escolar, son en las que frecuentemente carteristas cometen robos y también se dan casos de tocamientos a mujeres.

Judith, estudiante de psicología, comentó que también se cometen robos a transeúntes por la noche en paradas del Pumabús donde existe poco tránsito, como en la zona cultural Universitaria y sus inmediaciones con la avenida Insurgentes Sur, así como en las inmediaciones del Metro CU, en la avenida Delfín Madrigal.

“En el transporte no han ocurrido asaltos, pero sí te puedo decir que a transeúntes en esta zona de la zona cultural sobre Insurgentes son frecuentes, está muy solo y aunque esté Auxilio UNAM no hacen nada”, dijo la estudiante en Psicología.

Funcionarios de Auxilio UNAM señalaron que semanalmente se reporta en promedio entre uno y dos asaltos en las unidades del Pumabús de las diferentes rutas que corren por Ciudad Universitaria.

“En todas ocurren delitos, hay reporte semanal de uno o dos robos en las unidades, además de abusos como tocamientos contra jóvenes estudiantes, se escudan en que van hasta el tope las unidades”, argumentó un directivo de la Dirección General de Servicios Generales que pidió el anonimato.

Incluso, en las unidades del Pumabús se han puesto carteles con una serie de medidas de seguridad y protección para no ser asaltado y también para resguardar las pertenencias

No obstante, Jazmín, otra estudiante de la universidad, señaló que personalmente no ha enfrentado ningún acto ilícito en el Pumabús, pero compañeras y amigas han sido asaltadas en la línea 1

En un recorrido realizado por Excélsior se pudo observar que en ambas rutas, la 1 y 5, van completamente llenas en sus recorridos, sobre todo que van por la zona de institutos de la UNAM y llegan al Metro CU, también las unidades frecuentemente son monitoreadas vía radiofrecuencia con la estación central que se localiza en los paraderos de la estación del Metro Universidad.

Ayer, este diario publicó que autoridades universitarias y de Auxilio UNAM han definido un corredor de venta, distribución y consumo de drogas dentro del campus universitario en al menos ocho puntos considerados como focos rojos, donde también operan ocho grupos distintos de narcomenudistas.

Funcionarios de la Dirección General de Servicios Generales y Movilidad, área responsable de Auxilio UNAM, detallaron a este diario que dentro de los focos rojos que han detectado, además de la zona entre frontones de la Faculta de Ingeniería y Contaduría, se encuentra, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, los paraderos del Pumabús en la estación del Metro CU, la Zona Cultural Universitaria, las inmediaciones de las canchas de futbol de Pumitas, la zona de reserva del Jardín Botánico, la Facultad de Medicina y Trabajo Social.

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