En la reciente visita del secretario de gobernación a Chiapas, el gobernador de la entidad le organizó un acto masivo, donde se hizo evidente la alianza que hay entre ambos, para la presidencia de la república.
En este pacto, Osorio Chong percibe que Chiapas le puede proporcionar más de un millón de votos en la contienda, pero al mismo tiempo, la entidad le representa un alto riesgo de seguridad nacional que lo puede desbarrancar en cualquier momento de la candidatura.
En dos ocasiones anteriores, los conflictos de Chiapas produjeron la renuncia simultánea del gobernador de la entidad y del secretario de gobernación. La primera fue en el levantamiento zapatista de 1994, que ocasionó la caída del gobernador Elmar Setzer Marseille y de Patrocinio González Garrido como secretario de gobernación.
La segunda fue en el año de 1997 con la masacre de Acteal, donde fueron renunciados a la gubernatura, Julio César Ruíz Ferro y Emilio Chuayffet Chemor a la secretaría de gobernación.
En este sentido, Chiapas juega nuevamente el papel como reserva de votos, en la que el gobernador le ha destinado mucho tiempo y recursos públicos, para cultivar a los electores. Pero también Osorio Chong se vuelve vulnerable, en virtud de que sus enemigos y rivales políticos pueden orquestar en Chiapas una masacre similar a la de Acteal, que lo golpearía directamente como el responsable que es de la seguridad nacional.
Esta alianza entre el gobernador y el secretario de gobernación, no resulta benéfica para Chiapas, en donde se constituye un escenario de guerra secreta por la disputa de la presidencia de la república, en la que los problemas y conflictos vulneran la frágil gobernabilidad que existe en el Estado.
Las condiciones sociales de la entidad difícilmente podrán modificarse en los tres años que restan de esta administración. Es más, los problemas se pueden ir acentuando debido a la ausencia de gobierno que se percibe, en la que varias secretarías continúan funcionando sin titular y diferentes sectores de la población se sienten agraviados por la falta de pagos.
Este escenario de conflicto, es lo que quizá Osorio Chong no ha ponderado en este pacto, en la que la su situación de vulnerabilidad es real, por la ausencia de gobierno con que se ha caracterizado este administración.
Esto significa, que Chiapas puede llegar a ser gobernado desde la secretaría de gobernación, lugar en donde se estarían tomando las decisiones políticas importantes, mientras el gobernador se avoca a garantizar el funcionamiento de la maquinaria electoral.
Vía Diario Contra Poder de Chiapas
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