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miércoles, 6 de mayo de 2015

REFRENDA EZLN APOYO A PADRES DE LOS 43 NORMALISTAS

OVENTIK, Chis.- El subcomandante Galeano, vocero y jefe militar del EjĂ©rcito Zapatista de LiberaciĂ³n (EZLN), ratificĂ³ hoy su respaldo y apoyo a los padres y madres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa: “No teman quedarse solos por quienes nunca han estado con ustedes. No teman ser abandonados porque quienes sĂ³lo pretenden usarlos y despuĂ©s olvidarlos”.
En el arranque hoy del “Seminario Pensamiento CrĂ­tico frente a la Hidra Capitalista”, Galeano se explayĂ³ en el apoyo y afecto de los zapatistas hacia los padres y madres de los desaparecidos, luego de escuchar de viva voz en el templete a Bertha Nava RamĂ­rez, madre de Julio CĂ©sar RamĂ­rez Nava, quien llegĂ³ junto a su esposo TomĂ¡s RamĂ­rez desde el estado de Guerrero, para traer la representaciĂ³n de quienes buscan a sus 43 desaparecidos.
Bertha Nava, madre de uno de los jĂ³venes que fallecieron aquella noche del 26 de septiembre, dijo que aunque tuvo enfrente el cuerpo de su hijo a quien pudo darle sepultura, su dolor no cesa porque aĂºn espera el regreso de su hijo que se fue a estudiar a la Normal Rural RaĂºl Isidro Burgos.
En el templete, junto a los escritores Adolfo Gilly, Juan Villoro y los mandos zapatistas, El subcomandante insurgente MoisĂ©s y el subcomandante insurgente Galeano, Nava exclamĂ³: “Les pido que nos ayuden, que no nos dejen solos para exigir la apariciĂ³n con vida de nuestros muchachos, porque fue el Estado, de eso no hay duda”.
“El gobierno no tenĂ­a porque hacer esa barbaridad. Si lo que querĂ­an era la Normal con gusto se la hubiĂ©ramos dado, pero no habĂ­a necesidad de que hicieran lo que hicieron, desaparecer a nuestros muchachos. Nos 43 nos hacen falta, estĂ¡n 43 butacas en la escuela. TambiĂ©n sus compañeros los buscan y los esperan”, dijo con lĂ¡grimas ante una multitud igual conmovida.
“Nosotros estamos muriendo en vida dĂ­a con dĂ­a. Mientras yo siga con vida los seguirĂ© buscĂ¡ndolos hasta que me muera. Yo les pido de corazĂ³n que estĂ©n con nosotros, que nos digan apoyando, porque no tenemos a donde mĂ¡s refugiarnos, porque el dĂ­a que ustedes nos dejen le gobierno harĂ¡ lo que quiera con nosotros”, les dijo mirando a los encapuchados.
“El gobierno ya lo han intentado, nos han mandado a sus fuerzas federales, a sus militares, a sus granaderos, para agredirnos pero no tenemos miedo, porque son 43 vidas las que estĂ¡n en juego. Si el gobierno dicen que ya los mataron, que nos debe prueba de ellos, señalĂ³.
“Si en realidad ya los mataron que nos enseñen su cuerpos, porque a nosotros no nos van a engañar con unos huesitos. Dicen que los quemaron, pero como podrĂ­an conseguir tanta leña y de dĂ³nde sacaron tantas llantas para quemar su cuerpos? En ese lugar de Cocula donde dicen que los quemaron estĂ¡ naciendo la hierba y las plantas, si hubieran quemado ahĂ­ a tantos cuerpos la grasa aĂºn impedirĂ­a el crecimiento de la hierba. EstĂ¡ reverdeciendo ese lugar”, indicĂ³.
“A nosotros no nos engañan. Para nosotros la PGR es mentirosa, porque sĂ³lo nos has entregado mentiras, puras mentiras”, dijo Nava.
Dijo que en su vida jamĂ¡s pensĂ³ que pudiera llegar a querer a un hijo ajeno, pero no, ahora el dolor la ha unido a todas las madres y todos los padres y piden que les regresen a sus muchachos que les arrebataron.
De igual forma , Hilda Hernandez y Mario GonzĂ¡lez, padres de CĂ©sar Manuel GonzĂ¡lez HernĂ¡ndez, uno de los 43 jĂ³venes desaparecidos, hablaron vĂ­a un video que enviaron y que fue exhibido a la multitud. Ambos de igual forma pidieron el apoyo total de los zapatistas para poder seguir en esta lucha por ver a sus hijos de nuevo.
“Yo no entendĂ­a la lucha de los zapatistas contra el mal gobierno hasta que nos pasĂ³ esto”, dijo Hilda HernĂ¡ndez, quien sostenĂ­a la foto de su hijo en sus piernas.
IndicĂ³ el padre que ahora mĂ¡s que nunca requieren del apoyo de todos mis movimientos sociales y polĂ­ticos, como el de los zapatistas para enfrentar esta tragedia que lleva ya mĂ¡s de siete meses.
Ante ello, el subcomandante Galeano dedicĂ³ sus primeras palabras para ratificar el apoyo del EZLN a todos los padres y madres de Ayotzinapa y todos los que buscan a sus hijos en todo el paĂ­s.
“Aunque pequeña es nuestra lucha, algo hemos aprendido en todo este tiempo, a estar y acompañar muchas otras luchas”, afirmĂ³ Galeano.
“Y su lucha tambiĂ©n es nuestra”, les dijo.
ExplicĂ³ que aunque hay quienes permanecen ajenos y distantes ante la lucha que ellos han emprendido, “la mayorĂ­a del mundo y en nuestro paĂ­s, es como ustedes, hermanos y hermanas de Ayotzinapa, son como ustedes”.
“Cualquiera son como ustedes que simpatizan con su lucha, se identifican con su rabia. La mayorĂ­a no ha ido a marchar, no ha gritado consignas, no les han dicho que no estĂ¡n solas, solos, no lo han hecho simple y sencillamente porque no han podido hacerlo. Pero seguro estĂ¡n con ustedes”.
“No desfallezcan porque quienes estuvieron a su lado se fueron despuĂ©s de haber cobrado su parte o porque se dieron cuenta que no podrĂ­an cobrarla”,
agregĂ³.
Dijo que uno de los engaños de arriba es Convencer a los abajo que las luchas largas solo cansas y nada logran. Porque a los de arriba, lo que les aterroriza son las rabias y las indignaciones de abajo.
IndicĂ³ Galeano que los zapatistas estĂ¡n atento ya no solo a su rabia, tambiĂ©n a su dolor de los padres y madres de Ayotzinapa.
Y que no se preocupen, pues su lucha no depende del nĂºmero de personas en su manifestaciĂ³n ni que se hagan tema del momento en las redes sociales.
“HabrĂ¡ gente que les diga otras cosas, les dirĂ¡n que es mĂ¡s importante estar con ellas, que es mĂ¡s importante por tal o partido polĂ­tico van a encontrar a sus desaparecidos. Ya ven como hay partidos que ofrecen todo, tortas, cubetas, mochilas, pases ara el cine”, le dijo Galeano.
IndicĂ³ que la esperanza es la necesidad con la que mĂ¡s se lucra y se
trafica allĂ¡ arriba.
Narro que hace muchos años los zapatistas no marchaban ni entonaban consignas, hasta que los indígenas salieron de sus comunidades aquel 12 de octubre de 1992.
“La estatua del conquistador cayĂ³. Unos meses despuĂ©s, en enero de 1994, salimos a las ciudades, esta vez no llevĂ¡bamos arcos ni flechas, llevĂ¡bamos fusiles y balas. Nos alzamos para mandarnos a nosotros mismos no para que otros mandaran”, agregĂ³.
Y que 20 años después, en la tierra zapatista mandan los pueblos y el gobierno obedece.
No teman quedarse solo por quienes nunca ha estado con ustedes. No teman ser abandonados porque quienes solo pretenden usarlos y despuĂ©s olvidarlos”, les dijo Galeano.

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