Desde hace seis meses alrededor de 500 habitantes del fraccionamiento El Laurel no cuentan con el servicio de agua potable, por lo que para cubrir sus necesidades la mayoría carga agua de un pozo que se encuentra ubicado a unos cuantos metros del fraccionamiento y, algunos, lo adquieren por pipas.
Cansados de esta falta de servicio, el lunes al mediodía una pequeña comitiva acompañados de su líder Teresa de Jesús Aguilar Alfonso, protestaron en las oficinas del Comité de Agua Potable y Alcantarillado Municipal (Coapam), para exigir que se les dote de una buena fuente de abastecimiento para contar con este servicio.
Afirmaron que hace dos años aproximadamente el servicio es esporádico pero tienen seis meses que no les llega ni una sola gota de agua, “mientras que nosotros estamos pagando puntual”, dijeron.
Mariano Hernández Gutiérrez, uno de los afectados, señaló que justo enfrente del fraccionamiento una constructora realiza trabajos y todos los días cuentan con el servicio de agua potable, sin embargo, “nosotros no nos llega absolutamente nada”, denuncia.
Ante la necesidad, explicó que muchos se dirigen al pozo que se encuentra a unos metros del fraccionamiento para llenar algunas cubetas, pero que además de ser peligroso, “el agua está sucia”.
Temen a que alguien le pueda pasar algo “más de las personas longevas”, como Bertha del Carmen Hernández Gómez, quien a sus 78 años de edad, se ve a la necesidad de ir todos los días para adquirir agua que, muchas veces, también la usa para tomar.
“Yo no les compro pipa porque no me alcanza, exigimos que nos reparen si hay algún daño, yo soy una de las personas que cumple con sus pagos pero ahora por la falta de servicio retuve mi recibo y no lo pagaré hasta que nos hagan caso”, manifestó Hernández Gómez.
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