Soy Maricela Velázquez Rodríguez, el día domingo 27 de junio me encontraba en mi domicilio particular, exactamente en el patio, con la música que suelo escuchar mientras hago mis que haceres; no había nadie más conmigo, pues vivo sola. - EL IMPARCIAL DE CHIAPAS

RECIENTES

.

test banner

Post Top Ad

ANUNCIATE- ESPACIO DISPONIBLE

Post Top Ad

ESPACIO DISPONIBLE

viernes, 2 de julio de 2021

Soy Maricela Velázquez Rodríguez, el día domingo 27 de junio me encontraba en mi domicilio particular, exactamente en el patio, con la música que suelo escuchar mientras hago mis que haceres; no había nadie más conmigo, pues vivo sola.

 COMUNICADO 



Soy Maricela Velázquez Rodríguez, el día domingo 27 de junio me encontraba en mi domicilio particular, exactamente en el patio, con la música que suelo escuchar mientras hago mis que haceres; no había nadie más conmigo, pues vivo sola. 


En un instante sentí como con una fuerza tremenda me desgarraba por dentro. Tenía a un perro furioso prendido a mi cuerpo, sus colmillos habían penetrado mi piel y mi fuerza no lograba separarlo ni un solo centímetro de mi, sino todo lo contrario.


Conforme los segundos pasaban adentraba con más fuerza su dentadura en mi piel, hasta que soltó mi pierna, ahora para tomar mi brazo con la misma fuerza, mientras me arañaba insaciablemente.


Buscaba atacarme el cuello, el rostro, traté de esquivarlo de todas las formas, pero mis fuerzas se estaban acabando. Yo no lograba quitarlo de mí, él seguía sobre mi cuerpo buscando donde enterrar sus colmillos de nuevo. Me arrancó un trozo de oreja. 


Sentí como la vida se me iba en un momento de dolor interminable, nadie me escuchaba.


No sé cuánto tiempo pasó, un vecino pudo escuchar mis dolorosas súplicas. Se armó de valor para enfrentar a ese ser que tenía sobre mí arrancándome la vida. 


Al ver a mi vecino sentí un aliento de esperanza, pero sus esfuerzos también eran en vano. La fuerza del animal y la furia con que me atacaba era mayor que cualquier intento por soltarme su mandíbula.


El hijo de mi vecino apareció, un nuevo aliento de vida llegó a mí, él pudo asustarlo, y el perro me soltó. 


Esas personas fueron por ayuda mientras me encontraba desangrándome,  con trozos de mi carne sueltas en el suelo.


Hoy estoy Internada con profundas heridas, me duele cada parte de mi piel abierta,  de mi carne desgarrada. El dolor es insoportable, me cedan a cada instante. 


Soy Marisela, fui agredida en mi domicilio por una mascota canina y pido Justicia!! por mí, por mi vida, por mi derecho humano, por mis ganas de seguir viviendo.


Pido la intervención de las autoridades para responsabilizar al dueño del animal porque hasta el momento no ha respondido.

Pido que mi voz sea escuchada, mi voz que pudo ser apagada con una mordedura más. 


Hoy por mi, mañana por ustedes!

Exijo

Justicia!!

Justicia!!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Post Top Ad

ESPACIO DISPONIBLES