De acuerdo a la Red por los Derechos de la Infancia, en el país desaparecen siete menores al día y hasta la fecha se tiene un registro de 12 mil 700 niños y niñas que no han sido localizados.
Juan Martín Pérez García, representante de la red, expuso que “esta es una terrible estadística donde miles de madres y padres de familia continúan con la angustia sobre el paradero de los menores que fueron secuestrados con diversos fines”.
Ante este escenario, recordó que el caso de Dylan es un gran logro, y para su búsqueda implicó una gran movilización no sólo de las autoridades, sino de la sociedad civil y organizaciones, pero de alguna manera mostró los vacíos en el Estado mexicano.
Por ello, destacó que es una buena noticia ya que sí es posible encontrarlos con vida, si las autoridades cumplen con sus funciones y si lo hacen de la manera correcta.
Dijo que el caso trascendió al ámbito nacional, toda vez que se logró que el presidente Andrés Manuel López Obrador tocara el tema lo que permitió que se diera el apoyo por parte del Sistema Nacional del Búsqueda, por lo que consideró importante que haya este tipo de coloboración entre las autoridades de los estados con la federal.
“No podemos pensar que este crimen de lesa humanidad se tenga que resolver desde las fiscalías locales, necesitamos una mayor sinergia y articulación ya que se cuenta con la ley desde 2017 para particularmente evitar la impunidad”, expuso.
Pérez García agregó que hay una discriminación estructural ya que los niños están invisibles, y recordó que la actual administración tienen 25 proyectos prioritarios pero ninguno incluye a este sector que representa al 31 por ciento de la población mexicana traducido en 40 millones de menores.
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