Según Rafael González, coordinador de enseñanza del departamento de salud pública de la UAM, un diabético que vive en la delegación Benito Juárez tiene un promedio de vida de 71 años, en contraste con un enfermo en Valle de Chalco, cuya esperanza de vida es de 63 años.
CIUDAD DE MÉXICO.
La falta de acceso a tratamientos y las carencias económicas hacen que los diabéticos en situación de pobreza vivan 8 años menos, en comparación de aquellos que tienen niveles socioeconómicos altos, advirtió el coordinador de enseñanza del departamento de salud pública de la UAM, Rafael González Guzmán.
La edad promedio en la muerte de los diabéticos pobres es 8 años y medio menor que los diabéticos ricos, aquí se reflejan las iniquidades en la salud y en las formas de vida", indicó.
El especialista señaló que un diabético que vive en la delegación Benito Juárez, considerada como uno de los municipios con mayor nivel adquisitivo del país, tiene un promedio de vida de 71 años, en contraste con un enfermo que resida en Valle de Chalco, quien tiene esperanza de vida de 63 años.
En la presentación del estudio ‘Voces de la Diabetes, el drama de una epidemia nacional’, diversos especialistas, enfatizaron en la urgencia de no recaer toda la responsabilidad a los pacientes sobre la enfermedad, dijo en fortalecer la atención médica.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2016, solo el 20 por ciento de los diabéticos se practica prueba de hemoglobina glicosilada, lo que consideran es una responsabilidad compartida entre el sector salud y los enfermos.
El estudio reflejó que los pacientes que tienen acceso a servicios de salud públicos como el IMSS, ISSSTE y Seguro Popular, coinciden en sentir que no es personalizado su tratamiento, tienen largos tiempos de espera, cambios constantes de médicos lo cual dificulta un seguimiento, tener que desplazarse a otras localidades o estados para tener servicios de nefrología.
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