Monterrey, MĂ©xico .-DespuĂ©s de perder la lucha por su brazo izquierdo, que le amputĂ³ una lavadora, el pequeño Abraham, de 6 años, fue dado de alta del Hospital de Zona del IMSS y ahora se recupera en su casa, en Escobedo, incluso con un poco de humor.
Para saludar a quienes lo visitan, Abraham mueve el muĂ±Ă³n, todavĂa vendado, como si tuviera su brazo, mientras sonrĂe.
"A veces jugando hace '¡hola!,¡hola!'", cuenta su mamĂ¡ Mayra AlcĂ¡ntara, "Ă©l estĂ¡ algo contentillo por haber dejado el hospital, no sabe la magnitud de lo que pasĂ³".
Pese a la experiencia, Abraham sigue siendo inquieto y pasa sus dĂas viendo televisiĂ³n y jugando con sus tres gatitos o con sus bloques Lego.
"Lo que no le gusta es estar solo, no se quiere quedar solo", comentĂ³ la madre de familia.
"Se estĂ¡ adaptando muy rĂ¡pido. Para compensar que ya no tiene su mano usa sus piernas, su barbilla o la cabeza; para jugar con sus bloques, para irlos armando, los sostiene con los pies".
El viernes pasado Abraham fue dado de alta tras 12 dĂas de angustia, luego de que la tarde del domingo 29 de julio subiĂ³ a la base de un lavabo en el patio trasero de su casa, levantĂ³ la tapa de la lavadora encendida en modo de centrifugado y metiĂ³ su brazo izquierdo, en la Colonia Residencial San Marcos.
En diciembre pasado su familia comprĂ³ la lavadora usada a un conocido, porque la que tenĂan se averiĂ³.
El dĂa del accidente, los conocimientos bĂ¡sicos en primeros auxilios de su madre lo salvaron de morir desangrado.
Tras una cirugĂa que durĂ³ 10 horas, los mĂ©dicos del Hospital de Zona anunciaron que con Ă©xito le habĂan reimplantado el brazo, pero cuatro dĂas despuĂ©s Abraham fue operado de emergencia porque su cuerpo rechazĂ³ la extremidad.
"Las venas de su brazo se empezaron a llenar de coĂ¡gulos, el brazo muriĂ³, si no lo operaban, esa sangre envenenada podĂa llegar a otro Ă³rgano", explicĂ³ AlcĂ¡ntara.
Aunque Abraham es candidato para utilizar una prĂ³tesis, los estudios para hacerle una tendrĂ¡n que esperar a que el muĂ±Ă³n termine de cicatrizar, agregĂ³.
"En un mes regresa a la escuela, pasĂ³ a segundo año de primaria", contĂ³ la madre de familia.
"Ahora, cuando me ha tocado utilizar la lavadora me dice '¡cuidado con tu mano, mamĂ¡!'. Yo en cuanto se pueda me voy a deshacer de esa lavadora".
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