La implementación de la Ley de Seguridad Interior es un reflejo del miedo y terror que tienen los gobiernos de Manuel Velasco Coello, gobernador de Chiapas y Enrique Peña Nieto, presidente de la República Mexicana, a la ciudadanía y a los movimientos sociales, dijo el Edgardo Buscaglia, presidente del Instituto de Acción Ciudadana en México.
En ese sentido, consideró que se trata un instrumento legal “para reprimir a esos movimientos sociales con la excusa de que no sean pacíficos”; incluso, advirtió que se trata de un concepto que favorecerá a la delincuencia organizada.
De acuerdo con el investigador, esta iniciativa legalizará los abusos en materia de derechos humanos en el futuro, pero también justificará las prácticas abusivas en nuestro país.
“A partir de ahí vamos a tener una represión espantosa de movimientos sociales, donde hoy las policías estatales son guardias pretorianas de empresarios mafiosos, mañana el ejército mexicano va a ser la guardia pretoriana del estos empresarios mafiosos”, opinó.
Exhortó a la población mexicana y chiapaneca a oponerse a este acuerdo que hicieron los legisladores, pero es necesario que las protestas o manifestaciones vengan acompañadas de una alternativa a la Ley de Seguridad Interior.
De lo contrario, aclaró, las movilizaciones no tendrían ningún resultado y sería “una protesta inútil, una protesta impotente”. La unidad, mencionó, hará que el gobierno vele por la seguridad física, patrimonial y colectiva de los propios ciudadanos.
“Tenemos un vacío de sociedad civil, no el sentido defensivo, pero no ha avanzado en lo más mínimo en cuanto a ofensiva cuando se presenta una Ley autoritaria como esta, la sociedad civil no te reacciona con una Ley alternativa”, criticó.
Pidió, de una manera constructiva, a Andrés Manuel López Obrador, predicandidato a la presidencia de la república por Morena –y quien funge como un personaje de izquierda-, a que ofrezca o proponga una Ley de Seguridad Ciudadana que proteja los movimientos sociales en el futuro.
Respecto a la impunidad de nuestro país, puntualizó que se puede encontrar cuando el ejército tortura a la población, cuando un gobernante se compra un “casa blanca”, “esta Ley de Seguridad Interior lo único que hace es formalizar, legalizar esa impunidad”, complementó.
Finalmente, aclaró que el mexicano no es corrupto, se protege a través de la informalidad social, económica y política de un sistema corrompido, que sólo busca sobornar a los ciudadanos.
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