Sus manos tiemblan mientras escribe un mensaje en su celular. Acaba de tomar fotos a dos detenidos. Pero el temblor no es por la emoción de haber sido reportera improvisada, es que uno de los asegurados la manoseó. Hizo lo mismo contra dos mujeres más. Entre los dos robaron y agredieron a una comerciante. Estuvieron a punto de ser linchados.
La patrulla ha partido ya con los dos detenidos a bordo. Un policía cometió el error de decir que “seguramente los van a soltar rápido”. La gente casi lincha al elemento, que solamente animaba a los agraviados a presentar la denuncia formal para que los detenidos fueran remitidos al Ministerio Público del fuero común por robo, lesiones y agresión sexual.
Lamentablemente no se entendió así, no se expresó así. El policía se salvó de ser linchado.
Antes se habían salvado los dos detenidos. Eso sí, recibieron una golpiza por parte de los familiares de la comerciante agraviada.
Los dos jóvenes, sindicados por los colonos como los que acostumbran asaltar a taxistas en la colonia Patria Nueva, llegaron al Parque Central del populoso asentamiento humano.
Dirigieron sus pasos a un negocio de frutas y verduras ubicado sobre la avenida El Roble y calle Sándalo Sur, a 200 metros de la plaza central.
Ingresaron y robaron. La dueña forcejeó con los facinerosos y la golpearon. Estos salieron tranquilamente como si nada. Se detuvieron en el Parque Central, y envalentonados por su ilícito, fueron tras dos mujeres. Les agarraron la nalga.
Las mujeres gritaron. En esos momentos aparecieron varios jóvenes indígenas, al parecer familiares de la mujer golpeada y asaltada minutos antes. Se fueron contra los facinerosos y libidinosos. Los tundieron a golpes.
Los colonos estaban por sumarse y proceder al linchamiento, cuando llegó la patrulla.
Ya antes un policía municipal que recién fue asignado a cuidar la Delegación de dicha colonia, había salido y detenido valientemente a uno. El policía fue valiente porque el ladrón iba a sacar algo de su cintura, al parecer un desarmador.
Una mujer que trabaja en dicha delegación, tomó foto a los detenidos. Uno de ellos se atrevió a manosearla públicamente.
Por eso la mujer temblaba. Al parecer ninguna de las agraviadas por el robo y agresión sexual presentó su denuncia formal. Por eso el policía adelantó que los detenidos saldrían rápido. Por eso la gente se enardeció y quería desquitarse con el elemento.
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