Posterior a la precipitación, autoridades municipales y estatales se comprometieron a dar atención a las personas que resultaron damnificadas, y que se diseñaría un proyecto para desviar el cauce del embovedado que se encuentra en la zona.
Hasta la fecha no se ha hecho ningún trabajo en esta parte de la capital chiapaneca; a ochos meses de las precipitaciones, no se ha registrado un cambio significativo en esta parte de la ciudad.
De acuerdo con García Moreno, la temporada de lluvia y ciclones tropicales que se originan en el Pacífico será a partir del 15 de mayo y, para los que vienen del Atlántico, comienzan el 1 de junio.
Sin embargo, aseguró que sí hubo una evaluación minuciosa de los daños y ahora están en la etapa de reconstrucción, pero no hay avances debido a la falta de recursos financieros. En una hora de lluvia en esa zona de la capital chiapaneca, el 2 de septiembre de 2016 llovió 106 milímetros.
Continuó: “nadie desconoce que hay un problema de liquidez a nivel de toda la República tiene que ver con las finanzas (…), también en el estado de Chiapas no hay recursos para la reconstrucción, se están gestionando”.
Explicó que, según el Atlas de Riesgo de Tuxtla Gutiérrez, esta zona es de alto riesgo de inundaciones y lo mismo ocurre para las casas que se encuentran construidas sobre embovedados.
Finalmente, mencionó que dependiendo de los reportes meteorológicos, no está descartado que se realicen evacuaciones en este barrio para evitar daños a la población.
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