Mujer violada a la orilla del camino

No era así como había planeado terminar la noche de diversión. “Ella se lo buscó”, dice alguien entre las penumbras de la noche. No, ella no buscaba esto. Lamentablemente eligió mal y una cosa llevó a otra. Fue abusada sexualmente, de madrugada, en un paraje solitario. Estaba ebria.

“¿Qué te pasó?”, preguntan los paramédicos. Ella no responde. Tiene la vista clavada en el asfalto. Aunque es de madrugada, la hora más oscura (2:30 horas), se apena de que vean su rostro.

El paramédico la abraza para darle ánimo, pero ella se jalonea. Está a la defensiva. Se siente sucia, quizá. Minutos antes, un hombre la abrazó y poseyó violentamente.

La mujer de unos 38 años de edad, fue tirada en el monte, a la orilla de la carretera Tuxtla-Copoya, a unos metros de conocido restaurante. Algunos automovilistas vieron salir una moto del lugar y fue que, al descubrir a la mujer tirada, llamaron al 911.

Se percataron que había sido abusada sexualmente. Los paramédicos nada pudieron hacer. Solo una pregunta que nunca obtuvo respuesta. La revisaron solamente. No estaba golpeada. Presentaba excoriaciones en la piel, probablemente provocadas al forcejear con el agresor.

¿Cómo llegó allí la mujer? Es un misterio. No quiso hablar. Se presume que ella estuvo ingiriendo alcohol en el restaurante aledaño. Tal vez en compañía de su agresor. Si así fue, es un misterio cómo pudo subirse a la moto en ese estado etílico. Y si así fue, debe conocer al que abusó de ella. Pero nada dijo al respecto.

Lo único cierto es que no quiso hablar. Como si el volcán aguardara el momento de hacer erupción. Fue llevada a un nosocomio en la ambulancia de Protección Civil Municipal.

Con información de Cuarto Poder