Joven cae de segundo piso

La noche del miércoles cayó de la azotea de la casa donde renta. El golpe fue muy duro: más de seis metros. Pero ya desde antes el joven había caído en la depresión, y para huir de la realidad se embriaga con frecuencia. La situación empeora. Aunque parece tenerlo todo, subyace en su interior un vacío, y eso duele más que la caída de una azotea de dos pisos.

La música estaba a todo volumen dentro de la habitación, en la parte alta de la casa ubicada en la 8ª Oriente, entre 10ª y 11 Sur de Tuxtla Gutiérrez.

A pocos metros está la Plaza de Toros San Roque, donde en algún tiempo hubo estocadas certeras y otras no tanto, contra bravos toros, juveniles, que salían al ruedo resoplando.

Cristian, un joven de 22 años de edad, algún tiempo fue “matador”. Últimamente ha sido un “toro”. Aunque bravo al principio, ha recibido “estocadas” que han menguado su braveza.

Una de las más recientes, que le dolió mucho, fue el ser echado de la escuela de Medicina. “Es que tomaba mucho, faltaba demasiado”, dicen. Ahora Cristian estudia Comunicación.

El joven renta uno de los dos cuartos de la planta alta. Abajo renta una señora que tiene su fonda “Mamá Lila”.

Al lado de la casa hay un enorme árbol de mango, cuyas ramas rozan la cornisa de la azotea.

Eran pasadas las 22:00 horas de este miércoles cuando la mujer que vive en el 1131 se sobresaltó.

“Oí feo, creí que era un choque. Bien dije, alguien se cayó. Estaba todo oscuro. No vi nada”, relató.

Inmóvil, en la oscuridad, Cristian permaneció unos 20 minutos. A unos metros, una rama de mango y varios mangos estrellados, eran indicios de que algo extraño había ocurrido. No estaban allí minutos antes.

La vecina se asomó más de cerca. Fue entonces que detectó al joven lesionado.

Llamaron al 911 y a los familiares de la joven que acompaña a Cristian en el cuarto.

“La muchacha estaba adentro, pero creo que por la música no oyó que el muchacho tocaba. A éste se le hizo fácil subir por el árbol para entrar”, indicaron.

El problema es que Cristian iba ebrio. Otros presumen que se paró en la orilla de la azotea para cortar unos mangos y resbaló.

Pero la hipótesis de que olvidó sus llaves y quiso entrar por arriba es más fuerte. “Tiene esa costumbre. Lo hacía antes donde rentaba, y eso que era de tres pisos la casa”, dijo otra vecina.

Paramédicos de la Cruz Roja auxiliaron al joven y lo trasladaron en la ambulancia 264 al hospital Gilberto Gómez Maza.