• El Trío Los Semejantes, Trío Era, Cuarteto Vendaval, Javier Montiel, Fernando Correa y Patricio Correa, entre otros, amenizaron esta noche bohemia.
Con el esplendor de la noche, de esas noches misteriosas y poéticas, calurosas en su gélida manifestación, que identifican al San Cristóbal hospitalario, amigable, romántico, cantador y enamorado, se llevó a feliz realización el “5to. Festival del Bolero”, en uno de los Barrios más tradicionales de la Ciudad como El Cerrillo, al terminar la brega diaria de ayer.
Como esperando premiar la fatiga del día, el dueto R&K, Grupo México Vocal Voz de Chiapas, el Trío Los Semejantes, Trío Era, Cuarteto Vendaval, Javier Montiel, Fernando Correa y Patricio Correa, amenizaron esta noche bohemia, al influjo de la tenue brisa que fue nuestra cómplice en el deleite del selecto repertorio que tocó disfrutar e hicieron de esta noche la diversión ensoñadora, añorante, soñadora, vibrante, cantadora, gozante y bailadora.
Así son las noches de San Cristóbal cuando la vena romántica retoza entre el cohete y la guitarra, entre la danza y el verso, entre el sueño y la realidad, entre el suspiro de la nostalgia y el fresco beso de los novios que esperan.
Cuando la pena da vuelta en su página y deja paso a la presencia de lo actual, tan verdadero como lo verdadero y tan real como lo real, ahí está la fortaleza del hombre buscando sosegar el ánimo en la complicidad del canto, en la manifestación de la poesía, en la saturación del poro de tanto amor, de tanta esperanza, de tanto recuerdo, de tanta vida, de tanta armonía, de tanta afinidad espiritual.
Con la vena al temple y el corazón al servicio de Cupido, están los aires festivos de esta antañona plaza, luciendo sus mejores galas, desparramando el beso y los suspiros, con el pretexto de las campanadas que citan a fiesta tiradas al vuelo y las callejoneadas en alfombra empedrada que abren sus brazos al cielo, embebido de azul y terciopelo.
Esta es la Ciudad nuestra y esta es su oferta. Este es su tiempo y este es su misterio. Esta es su comunión y esta es su alabanza. Este es su sufrir y este es su gozo. Este es su carisma y esta es su adversidad. Un mazo de velas es su pensamiento, un concierto de cohetería es su sentimiento, una noche como la de anoche es su lenguaje y una guitarra que llora las mejores melodías que van directo al corazón.
Las noches de San Cristóbal son las noches del poeta, del cantor, del que hurga en los sueños del tiempo y gana el tiempo para cantar su verso. Son las noches del artesano y constructor de ideas. Son las noches del que baila y danza proyectando su silueta en el Huitepec y en el Tzontehuitz y en el mismo Cerrito de San Cristóbal, mudos confidentes que imprimen una a una las páginas de feliz testigo de la noche del “5to. Festival del Bolero”, de anoche, feliz acontecimiento.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario