Policía y esposo se molestan con el reportero, como si éste fuera el culpable de lo sucedido. La mujer yace tirada, con el rostro contra el suelo. Paramédicos la valoran. Su cónyuge repite su nombre, pero no hay respuesta. Y entonces sobreviene el arranque de ira.
“Marisol, Marisol”, repite el hombre en visible estado de ebriedad.
La mujer de aproximadamente 34 años de edad, luce sucia, con el cabello enmarañado, la ropa empolvada. Descalza.
Tiene una herida en la cabeza, de la cual mana discretamente un hilillo de sangre.
El reporte al 911 por parte de vecinos, fue “una mujer fue arrojada de un auto en movimiento”.
Decenas de policías acudieron al lugar, pensando lo peor. No fue así, al menos no se confirmó.
Lo cierto es que en la esquina de la calle Nogal Sur y Laurel Poniente de la colonia Patria Nueva, había un grupo de personas ingiriendo alcohol. Entre ellos, presuntamente estaba Marisol, y también su pareja.
En qué momento se separaron y ocurrió la agresión, no se dijo, pero el descuidado esposo quiso compensar su error y a la primera oportunidad reaccionó violento.
Primero reconvino de palabras a su compañero de parranda, que de lejos hablaba diciéndole al hombre que ya dejara a su mujer y se fueran a seguir bebiendo.
El volcán de emociones explotó cuando un policía indebidamente comenzó a estorbar el trabajo de la prensa. El oficial instigó al hombre ebrio a que prohibiera al reportero tomar fotos.
El de por sí enardecido hombre arremetió contra el comunicador, lo empujo y arrebató el teléfono parando la grabación.
Lesionada
Paramédicos de Protección Civil Municipal curaron la herida de Marisol y la dejaron en el lugar.
El policía celoso se marchó, satisfecho de haber cumplido con su deber de proteger de la “peligrosa prensa” a un ciudadano.
Con información de Cuarto Poder
No hay comentarios.:
Publicar un comentario