El río Santo Domingo, en el municipio de Chiapa de Corzo, padece un considerable aumento en la extracción de arena por más de 40 compañías, originando la disminución de su nivel, su potabilidad y un consecuente deterioro ecológico.
Así lo expuso Héctor Montesinos Cano, a quien la compañía recolectora de basura Proactiva le contaminó su predio desde hace años; mencionó también que los pobladores del ejido La Unión aseguran que más de la mitad de las extractoras son ilegales.
“El daño ambiental que le han ocasionado al río es grave, antes se observaban muchas ceibas, ahora la mayoría se han muerto o las han talado, algunos se fueron cayendo solas debido al daño ecológico”, comentó Montesinos Cano.
Añadió que el nivel del río esta por debajo de sus niveles óptimos, como también se han secado los pozos y mantos acuíferos que nutren al afluente, debido a la extracción desmedida, lo que ocasiona un revés en el ciclo natural del este ecosistema.
Esto ha afectado principalmente a los habitantes de dicho ejido y demás poblados circunvecinos, quienes obtenían el suministro del agua de este río, el cual está sumamente contaminado.
Además de la ilegalidad de muchas de la compañías, algunas otras sustraen cantidades de arena por encima de lo permitido, los ejidatarios consideraron que saquean hasta un 300% más de lo debido.
“Los habitantes nos aseguraron que la autoridades ambientales nunca se han aparecido por el lugar para verificar lo que está sucediendo. Toda la flora del lugar ha muerto, incluso ni peces existen, el lugar está prácticamente desértico”, abundó.
Según los ejidatarios, solamente personal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) acude al lugar, pero presuntamente solo para cobrar los impuestos a las compañías; los propietarios de algunas de estas extractoras son de las fuerzas políticas del estado, señalaron.
Lo que antes fue un atractivo familiar durante muchos años, ahora el río Santo Domingo se ha convertido en un panorama prácticamente apocalíptico, desértico y contaminado, que a largo plazo afectará a demás localidades de la región, ya que este afluente nutre al río Grijalva.
“Yo no recomendaría a la población a visitar el río en fechas como Semana Santa, no es un sitio donde metería a mis hijos, es un lugar sumamente contaminado ya no es aquel balneario donde se acudía en familia”, puntualizó.
Con información de Cuarto Poder .
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