Sayuri Elizabeth “N”, de 14 años, llora inconsolable. Y no es por la herida de picadillo en el antebrazo. Es por el dolor interno, es que difícilmente sana.
Sentada sobre la acera en la esquina de avenida Caoba y calle Nandayapa, la menor espera el arribo de la ambulancia.
A su alrededor policías y curiosos se arremolinan. Su padre José Alvarado de 43 años, acompañado de su hermana, dialogan con la policía dando una explicación de lo ocurrido.
La niña no se entera de lo que acontece a su alrededor. Está sumida en el océano de su dolor.
“Lo voy a refundir en la cárcel”, dice José molesto. Habla en singular y refiriéndose a un hombre, aunque quien lastimó a su hija fue su aún esposa, Laura Ruiz, de 36 años. Tienen cuatro hijos. Un joven de 21 años, otro de 19, Sauri de 14 y uno de 10.
Hace tres años se separaron, más no se divorciaron. Ella buscó otros horizontes. El, no. “Le digo a mi hermano que rehaga su vida, pero no quiere. Es muy noble. Ya cachó a su mujer con otro y no le hizo nada. De plano”, dice la hermana enojada. Sayuri y su hermanito estaban con su mamá. Los otros dos más grandes con su papá.
Pero hace poco la menor descubrió a su madre con su amante. El hombre quiso obligar a Sayuri a que le dijera papá. “Salúdame aunque sea”, le gritó.
Sayuri no respondió. Y fue golpeada por el hombre y su propia madre. Entonces ella se fue con su padre, en la casa ubicada en la Manzana 33 lote 17. Y hasta allí la fue a buscar su madre.
La agredió con el picahielo y le quemó su ropa. Al enterarse de lo ocurrido, el hermano de Sayuri llegó al lugar y quiso ir por su madre, para ponerla “en su lugar”.
Su tía lo agarró. “Tranquilo, Sayuri está bien. No le alces la mano a tu madre. Déjala. Ella tiene Biblia. Deja que Dios la juzgue”, le dice y lo sujeta fuerte.
La mujer se refiere a que Laura es pentecostés. Asiste desde hace 30 años a la Iglesia Jesús es el Camino del pastor Josué Pérez Pardo, según explica la fémina a la policía.
Elementos de la Unevig y de Fuerza Ciudadana acudieron al lugar. Pero no detuvieron a la agresora, que se refugió dentro de la casa de su esposo.
La ambulancia 264 de la Cruz Roja acudió al lugar. Paramédicos curaron la herida externa. La interior, sanará con el tiempo.
Con información de Diario de Chiapas
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