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lunes, 13 de julio de 2015

TUXTLA, CIUDAD QUE FRENÓ SU CRECIMIENTO POR LA MALA PRÁCTICA POLÍTICA



Durante el período contemporáneo y por las últimas 50 administraciones municipales, Tux-tla Gutierrez ha modificado su constitución como ciudad desde al menos dos perspectivas: el crecimiento anárquico urbano y las modificaciones en su estructura y servicios para atender este crecimiento.

Este binomio no ha sido ajeno a los gobernante municipales e incluso algunas administraciones estatales que han intentado eficientar los servicios de la capital chiapaneca, unos con más eficiencia que otros, pues no pocos han utilizado el lema de modernización como proyecto publicitario y pocos como ejercicio en la administración municipal responsable.

Para marcar diferencia entre estas disyuntivas habría que hacer una memoria cronológica de los proyectos de gobierno o las promesas de campaña para la capital, y más atrás en la memoria de las administraciones municipales.

50 administraciones

En este análisis somero entre las más de 50 administraciones que han pasado, destaca –según cronistas, políticos de la época y actuales, además del mapa urbano de la capital, resguardado por la Biblioteca del Congreso del estado– una época dorada impulsada por presidentes llamados modernistas donde destaca por encima de los demás Jesús Cancino Casahonda.

Y es que pese al notable aprecio que otros más tuvieron con la población y también acciones de gobierno ejecutadas, fue Jesús Cancino Casahonda el encargado de dar urbanización de ciudad a la capital chiapaneca.

Destaca la inversión financiera para atender infraestructura y obras de equipamiento urbano que detonaron el crecimiento orientado a las necesidades de la ciudadanía como parques, mercados públicos, calles y oficinas administrativas de gobierno, esto en un marco referencial de 1950 - 1973, donde se sumaron algunos otros con acciones que fortalecieron el proyecto inicial.

Jesús Cancino Casahonda, un alcalde impulsor del modernismo de Tuxtla Gutiérrez en el período 1971 - 1973, desarrolló obras en materia de servicios públicos, embovedado de los arroyos e infraestructura hidráulica.

Según se puede confirmar en el mapa urbano para la capital del estado acopiado en la Biblioteca Central del Legislativo chiapaneco, cuando dirigió los rumbos de la alcaldía tuxtleca se realiza la más grande inversión en la atención a cuencas y subcuentas con escurrimiento en la ciudad, destacando el embovedado de 15 subcuencas hídricas del lado sur de la ciudad y otros 11 del lado norte.

Se trata de arroyos tributarios al Sabinal y otras fuentes de agua que impedían el crecimiento vial y de infraestructura en servicios de agua potable y alcantarillado, los cuales fueron atendidos por Cancino Casahonda.

El mismo mapa urbano y su evolución a través del tiempo reseña que la presencia de cuencas y subcuentas de escurrimiento que acrecentaban su nivel son el principal detonante del crecimiento de la ciudad, con más y mejores servicios.

Sin embargo, por otro lado, el mismo plano refiere un crecimiento anárquico de la ciudad principalmente a áreas no urbanas y en algunos casos, dentro de zonas de amortiguamiento ambiental.

Este tema había quedado “en el limbo” por decenas de años y es hasta la actual administración gubernamental que se está atendiendo el reforzamiento de acciones de infraestructura y la eficiencia de servicios municipales.

Destacan las remodelaciones de espacios deportivos con la instalación de gimnasios al aire libre y la modernización de los libramientos, derivado de una estrategia de desarrollo urbano y social, que ofrece más y mejores servicios, atención a la salud y solución a problemáticas viales y del sistema hidráulico, sin atención por más de 50 años.

Obra pública

Al respecto, cifras oficiales actuales destacan que el crecimiento anárquico de la capital del estado ha provocado -independientemente de las acciones en materia realizadas por Cancino Casahonda- con el paso del tiempo otros arroyos fueron encajonados irregularmente por la ciudadanía y pavimentadas áreas naturales de desfogue de más de 27 arroyos o escurrimientos naturales,

Es por eso que el Gobierno del estado, como nunca antes le ha dado prioridad al desfogue de las áreas pluviales y al estudio de los escurrimientos para salvaguardar la integridad de la población y mejorar las condiciones urbanas de la ciudad capital.

Con la introducción del drenajes del tamaño de grandes cisternas que captan el agua que escurre de las partes altas de la ciudad, se pretende solucionar el problema en varias etapas.

Y es que Tuxtla Gutiérrez es una gran cuenca sobre la cual convergen 27 subcuencas hídricas, conocidas como arroyos o corrientes de agua que desembocan sobre el río Sabinal y que desde hace unos cincuenta años provocan inundaciones.

Malos alcaldes

No obstante, Tuxtla Gutiérrez también se ha visto afectada por gobiernos que han retrasado su desarrollo, que han ejecutado proyectos sin beneficio común, a veces inconcluso y sin resolver las carencias de la ciudad conforme al paso del crecimiento urbano y social. Incluso desviando recursos solo para levantar la imagen política. En esto destacan en la memoria reciente: Seth Yassir Vázquez Hernández y Francisco Rojas.

En este sentido, cuestionado respecto a la efectividad de las administraciones municipales, Gregorio Apan del Toro, ex regidor del Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez en la administración del otrora alcalde Francisco Rojas, dijo que es “una lástima el período de administración del panista, quien desaprovechó un escenario coyuntural para modernizar la ciudad, pues se había invertido en obras de desarrollo, en vialidades, banquetas y fachadas en el primer cuadro de la ciudad, pero las acciones no cumplieron con las expectativas marcadas por un principio”.

Av. Central

Recordó y reconoció que Francisco Rojas modificó la avenida Central, pero dejó un deficiente servicio del agua para la zona Centro, con tuberías que tiempo después tuvieron que ser remplazadas.

Además recordó que se había realizado una inversión a las bombas del río Santo Domingo que resultó insuficiente para abastecer el Plan de Desarrollo Urbano Municipal, y además remarcó que en un inicio se manejó la idea de introducir cableado subterráneo, no obstante, los costos y los permisos de CFE dificultaron el proyecto que fue desechado, pero no se informó a la gente, por lo que muchos pensaron que terminara el aéreo.

Recordó que cuando la administración de “Paco” Rojas (1998-2001), cuando entregó la administración municipal la ciudad estaba “tronada” en materia de agua potable y alcantarillado, pavimentación y bacheo. Esto fue probado y hasta “conmemorado con el bache más grande del estado”, ubicado en la Colonia Plan de Ayala.

Tiempo después, “el activismo político de los gobiernos vinieron a encubrir las necesidades de la ciudadanía, evadiendo las estructuras gubernamentales, sin aplicar una política de desarrollo y ninguna estrategia para subsanar las carencias en beneficio de la sociedad, jugando con despensas y ayuda efímera”, aseguró Apan del Toro.

Plan

Incluso en ese período, el Gobierno municipal no logró concluir o ejecutar el Plan de Desarrollo Urbano, que aplicaría estrategias y programas para la recolección de basura, servicios públicos y vivienda, además para el desarrollo social.

Apan del Toro definió a Francisco Rojas como corrupto, tal y como se vio en el vídeo donde recibe dinero de un empresario. “Esa imagen es el reflejo de cómo es él en una administración pública”. Además de que como alcalde era intolerante, de muchos negocios por fuera y no en beneficio del Ayuntamiento; y elitista. Generó un quebrantamiento al tejido social al diferenciar a los que tienen alto poder adquisitivo y a los que no.

La sociedad también recuerda la prepotencia que existía dentro de su administración, pues los asuntos ciudadanos no eran prioritarios ya que concertaban citas con el alcalde sin que fueran atendidos. Incluso los trabajadores que atendían en el Ayuntamiento no eran amables y se dirigían a los ciudadanos con desinterés.

Fue vinculado con una acción de desvío de recursos municipales al Sanatorio Rojas, de su propiedad, y también se le increpó un bono extraordinario que se asignó por varios millones de pesos, junto a los regidores de su administración municipal, resultado de un ahorro en la tesorería municipal, por lo que, según los testigos, entregó la alcaldía endeudada. Por lo que para nada se puede ostentar como el mejor alcalde que Tuxtla haya tenido, como él quiere mostrarse al electorado con poca memoria, puntualizó.

Yassir

Por otro lado, Seth Yassir Vázquez es recordado por las diferentes anomalías durante su administración, como irregularidades financieras y deficiencias técnicas. El caso de la remodelación del centro de Tuxtla a través del proyecto ¡Que Viva el Centro! que quedó inconcluso y que proponía remodelar vialidades, sistemas hidráulicos, de drenaje e instalaciones eléctricas, opacó su ejercicio administrativo al frente del Ayuntamiento y desatendió los Objetivos de Desarrollo del Milenio que contemplaba su plan de desarrollo municipal.

Las auditorías realizadas a la obra pública ejecutada por la administración municipal de Yassir Vázquez (2010-2012) apuntaron a que los proyectos integrales no contenían especificaciones técnicas ni criterios homogéneos.

En suma de cuentas, la amplia mayoría de las acciones municipales que realizó, fracasaron y sin un plan de Gobierno específico, fue caracterizado por la improvisación, la presencia de constructoras y desarrolladoras sin escrúpulos que junto con él propiciaron quizás el más grande fraude y menoscabo a la capital del estado, particularmente la zona Centro, en toda su historia.

Historia

Alberto Zuarth, historiador entrevistado, definió a Tuxtla Gutiérrez como el vivo ejemplo de un pueblo que crecía hasta el límite e inició su transformación con Sabines Gutiérrez y Cancino Casahonda, para después tener un período de alcaldes opacos que solamente administraron los recursos y dejaron avejentar todo el sistema de servicios municipales.

Después -dijo- llegaron los destructores que con la idea de rescatar la ciudad realizaron un mal manejo de acciones, destruyendo los pocos espacios históricos que aún conservaba la ciudad, además realizaron un evidente saqueo de los recursos que en nada abonó al desarrollo de la ciudad.

Este discurrir del tiempo a la fecha nos colocó actualmente en un momento definitorio, pues la administración estatal -ante la incapacidad municipal- está invirtiendo en el rescate de la ciudad y está funcionando. Y funcionará siempre y cuando las mejoras sean de fondo, con el recambio de tuberías, mejoras a los sistemas de captación de agua, sin desatender el desarrollo.

Municipal-Estado

Entre los políticos modernistas para la capital destaca también Juan Sabines Gutiérrez –gobernante municipal en el período 1950-1952–, pero recordado más como Gobernador del estado y que en los 80 logró ejecutar obras de infraestructura moderna como la construcción del Teatro de la Ciudad Emilio Rabasa, el Palacio Municipal, el Museo Regional de Chiapas y el Zoológico Miguel Álvarez del Toro (ZooMAT), además de la ampliación del bulevar Belisario Domínguez, de la altura de Terán a Juan Crispín.

Siendo gobernador interino de Chiapas, siguió atendiendo mejoras en la capital de los chiapanecos, por ejemplo la conclusión de la edificación del Palacio de Gobierno, además de espacios deportivos como Caña Hueca.

Lo que viene

La próxima administración en Tuxtla Gutiérrez -quien gane las elecciones- deberá aplicar estrategias y políticas públicas, basada en una consulta ciudadana y de expertos en cada materia pendiente, en la que resalten las principales necesidades de la ciudad.

Y es que de acuerdo con el exregidor municipal, se requiere un gobierno que recobre la confianza y la credibilidad ciudadana, transparente y que dé apertura a la gobernabilidad, con apego al derecho y al respeto de los intereses de los ciudadanos.

La nueva administración también se debe regir por el Plan de Desarrollo Urbano ya establecido para la ciudad y aprobado por el Congreso del estado, pero que cada tres años se viene reinventando y por consecuencia existen colonias irregulares, sin acceso a los servicios básicos.

De acuerdo con una consulta ciudadana realizada por el equipo de Cuarto Poder, la nueva administración debe ejecutar proyectos para hacer eficiente el sistema de agua potable, ya que por el crecimiento de la ciudad, es necesario. En segundo lugar, acciones de pavimentación y bacheo resultan indispensables para el buen desarrollo y la implementación de estrategias de Seguridad Pública.

Se presume que actualmente una de las estrategias es la operación de cámaras de seguridad en diferentes puntos de la ciudad, sin embargo es conveniente la reactivación de todos los módulos de vigilancia, ya que se tiene un trato directo con la ciudadanía y son de atención inmediata.

La ampliación de los servicios públicos en colonias irregulares es otro de los rubros en donde la próxima administración debe poner atención. Después eficientar el transporte público de la ciudad de acuerdo con el plan de desarrollo urbano.

De acuerdo con la encuesta ciudadana, los tuxtlecos recordaron que anteriormente se quería implementar en la ciudad la operación de Centros de Desarrollo Comunitario (Cedeco). Éstos funcionarían como una especie de unidades administrativas gubernamentales para acercar los servicios municipales a las colonias, se tenían contemplados en Terán y Las Granjas, pero quedó en planes, por ello la ciudadanía argumentó que en caso de echar a andar este proyecto en los próximos años, podría funcionar como un enlace entre el Ayuntamiento y la sociedad.

Vía Cuarto Poder..

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