Oaxaca, Oax. (apro).- Los poderes Ejecutivo y Legislativo de la entidad; el alcalde de esta capital, Javier Villacaña, y la familia de Porfirio Díaz Mori iniciaron la solicitud de repatriación de los restos mortales del general, en el marco de su centenario luctuoso.
Con homenajes, sesiones solemnes en el Congreso local y el ayuntamiento capitalino, proclamas, exposiciones, presentaciones de libros, coloquios y conciertos, este jueves se recordó “al hombre de armas y jefe de Estado visionario que tuvo como última voluntad regresar a la tierra que lo vio nacer”.
Priistas, perredistas y panistas coincidieron en iniciar, dentro de los alcances legales y en coordinación con el gobierno del estado, la solicitud de la repatriación de los restos del ‘Soldado de la Patria’ que descansan en el cementerio de Montparnasse, Francia.
Aunque el gobernador Gabino Cué no acudió a ninguno de los eventos oficiales, desde su cuenta de Twitter @GabinoCue resaltó: “Este día conmemoramos el Centenario Luctuoso del General #PorfirioDíaz Mori, Soldado de la Patria”.
También destacó sus logros como “prominente militar, estadista y líder oaxaqueño cuyo legado patriótico se erige como pilar de la modernidad institucional de nuestra nación”.
Y más: “Durante su mandato, México dejó atrás décadas de inestabilidad y crispación política y social, para construir la senda del progreso y paz”.
En la ceremonia cívica que se realizó en el obelisco de Porfirio Díaz, el presidente de la Comisión de Festejos, Francisco Javier Jiménez, aseguró que los restos del exmandatario merecen ser repatriados con los honores que le corresponden como general y como presidente de México, enalteciendo su labor republicana por encima de cualquiera de sus yerros.
En la calzada Porfirio Díaz, que se remodela con una inversión de casi 170 millones de pesos, el regidor destacó que “la historia no ha sido justa con la memoria del prócer, pues lo ideal sería que se juzgue con la verdad a este ser humano que llevó a México al progreso y lo insertó en el concierto de las naciones más importantes. Fue un estadista que construyó un país después de décadas de luchas fratricidas”.
Ante Porfirio Díaz Núñez, representante de la Asociación Civil Descendientes del General Porfirio Díaz Morí, el concejal capitalino elogió al ‘Soldado de la Patria’ que estuvo al frente del ejército de oriente y ganó importantes batallas en Miahuatlán de Porfirio Díaz, Oaxaca, La Carbonera, Puebla y la toma de la Ciudad de México.
También, dijo, dio muestras de lealtad a las instituciones, recuperándolas y entregándolas a Don Benito Juárez, en ese momento como presidente de México, dando fin a la intervención francesa.
La calzada Porfirio Díaz se inició en 1896 y fue impulsada por el entonces gobernador Martín González, amigo de combate del entonces presidente de la República. En el marco de su centenario luctuoso se remodela con una inversión de 170 millones de pesos y lleva un avance de 60%.
En una sesión solemne de Cabildo que presidió el priista Javier Villacaña Jiménez, el Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez emitió una proclama de repatriación de los restos del general Porfirio Díaz Mori.
En dicha proclama, leída por el panista Francisco Reyes Cervantes, los concejales se pronunciaron abiertamente por la repatriación de los restos de Díaz a Oaxaca, “pues mientras en Francia recibió las máxima distinción ‘La Espada de Napoleón’, en su país parece que sólo recibe el olvido oficial y el silenció en torno a su vida”.
“No se puede entender a Benito Juárez sin Porfirio Díaz”, dicta la proclama. Y aunque la historia destaca sus enfrentamientos, ninguno de los dos dejó en el olvido el afecto por el otro, por lo que para los oaxaqueños, tal como lo señaló el Benemérito de las Américas en su tiempo, el general Díaz sigue siendo “nuestro Porfirio”, señaló el concejal.
Subrayó: “Desde el cabildo de Oaxaca de Juárez nos sumamos a los que desean que sus restos sean repatriados, para que descanse en la tierra de sus mayores, en el terruño que tanto amó: Oaxaca”.
También en Sesión Solemne, ante el Pleno de la LXII Legislatura del Congreso local, los tres poderes del estado conmemoraron el centenario del aniversario luctuoso del general Porfirio Díaz Mori.
El diputado del PRI, Amando Demetrio Bohórquez Reyes, recordó las palabras de Díaz: “Soy el viejo carpintero, el anciano que tuvo que irse del país, el inmemorial patriarca que murió lejos del suelo que quiso. Murió mi carne, porque yo sigo aquí, insepulto”.
Los restos de Porfirio Díaz, añadió, “bien merecen estar en el país que dirigió, en la tierra que lo vio nacer”.
Por su parte, el perredista Jesús López Rodríguez, presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXII Legislatura, dijo que a la administración del general Porfirio Díaz se deben acciones como la red ferroviaria, la explotación y comercialización del petróleo y el acero, entre otras relaciones comerciales con el mundo.
Por tres décadas, añadió, Díaz Mori construyó y demostró trabajar por la gente y por el bien del país. Erigió un México que parecía indomable, sin embargo, el progreso fue palpable y a la vista de todos. “Ese es su legado”.
A la sesión asistieron los descendientes del general: Porfirio Díaz Núñez y Porfirio Díaz Herrera, bisnieto y tataranieto, respectivamente, quienes agradecieron el homenaje
Porfirio Díaz Núñez consideró que la sesión solemne fue una excelente idea. “Como parte de la familia estamos encantados con la propuesta de solicitar la repatriación de los restos de mi bisabuelo a Oaxaca”, apuntó.
Añadió: “Hay mucha información en donde se puede constatar todo lo que se hizo por México, y creo que es un personaje que tiene todo el derecho de descansar en su país. No creo que alguien se pueda oponer a ello”.
De igual manera, destacó que en la actualidad la vida y obra del general se conoce mucho mejor, lo que ha cambiado la percepción que se tenía sobre él, ya que anteriormente no se le reconocían sus aciertos.
Como parte de los festejos conmemorativos, en el palacio municipal de esta capital se inauguró la exposición “La grandeza del general Porfirio Díaz. De su puño y letra”, con la exhibición de 30 documentos y fotografías reproducidos originalmente. También se inauguró el Coloquio sobre el Porfiriato y se presentó el libro “El último brindis de Porfirio Díaz”, de Rafael Tovar y de Teresa.
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