JOHANNESBURGO, 31 de julio.– Defensores de los animales lamentaron ayer la muerte de Cecil y alertaron que “no es el primer león que es atraído con carnada” para cazarlo.
Según las autoridades de Zimbabue, el dentista Walter Palmer y sus guías ataron un animal muerto a un auto para atraer al león fuera del Parque Nacional, y el estadunidense hirió a Cecil con un arco antes de rematarlo con un arma tras rastrearlo durante 40 horas.
Palmer asegura que pensó que todo lo que hacía era legal. Pero defensores del medio ambiente discrepan y aseguran que el caso de Cecil no es único, subrayando la caída de la población de leones.
Sondeos recientes indican que el número de leones se redujo de 30 mil a 20 mil en las dos últimas décadas.
“Pasa todo el tiempo. La caza sin ética es común en todo el continente”, sostuvo Ian Michler, un activista de Sudáfrica que filmó el documental Leones de sangre.
En él, Michler muestra cómo cerca de mil leones criados en cautiverio en Sudáfrica son matados cada año por cazadores que pagan por lo menos 20 mil dólares por la experiencia en condiciones que difícilmente puedan ser descritas como deportivas.
Al respecto, Hermann Meyeridricks, líder de la Asociación Profesional de Cazadores Profesionales de Sudáfrica, opina que el caso de Cecil no es representativo: “Cada industria tiene sus grupos o elementos aislados, y la industria de la caza no es distinta”.
INVESTIGAN EN EU
Autoridades estadunidenses iniciaron una investigación ayer por la muerte de Cecil.
“Llegaremos hasta donde nos lleven los hechos. Pediremos a Palmer o a su representante que contacte inmediatamente la agencia”, escribió el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EU en Twitter.
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